Marketing responsable, un paso natural
Desde hace años se está consolidándose una nueva (no tan nueva) cultura de gestión. Una cultura empresarial distinta, basada en la asunción de valores que no solo están marcados por la rentabilidad, sino que ahora también tienen en cuenta consumir menos recursos, usar menos contaminantes y ofrecer productos ecológica y socialmente de mayor calidad.
Marketing responsable, algunos lo llaman 3.0, es el siguiente paso natural.
El marketing nos hace comprar una u otra marca, nos hace desear un producto u otro. Siguiendo el curso de los tiempos, no es de locos pensar que se pueda convertir también en la diferencia entre lo que es solo comprar y ser conscientes de lo que realmente se está comprando.
Transmitir al consumidor un modo distinto de comprar es marketing responsable, mostrar el respeto de las empresas a los derechos de los consumidores, a los derechos humanos durante la fabricación y comercialización puede ser ahora la diferencia entre comprar un producto o no comprarlo.
Ya no es suficiente con tener en cuenta el precio, la plaza, la promoción o producto para vender, además es necesario que exista una ética y una transparencia en relación con la información que se suministra al consumidor cuando se oferta el producto.
O lo que es lo mismo, el marketing puede vender un producto al consumidor sin tener en cuenta la verdad objetiva, o puede ser transmisor de una información objetiva e imparcial utilizando prácticas justas. Por ejemplo, el caso de la letra pequeña. Proporcionar información injusta, incompleta, confusa o engañosa era hasta ahora una práctica utilizada en ocasiones.
El marketing responsable es todo lo contrario: no es necesario extralimitarse para vender un producto, de hecho suele ser contraproducente a medio y largo plazo para la compañía, pues el consumidor tarde o temprano deja de comprar el producto o de utilizar el servicio.
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